Nuestra propuesta para este edificio universitario de 10 plantas concebido en estructura de madera sobre tutor de hormigón para la nueva sede del Instituto Tecnológico de Buenos Aires obtuvo el segundo premio en el concurso internacional.
En colaboración con Matías Beccar Varela Arquitectos Asociados
Promotor: Instituto Tecnológico de Buenos Aires
Programa: Sede universitaria del ITBA. aulas, laboratorios, biblioteca, auditorio, dirección, administración.
Superficie: 20.860 m² / Presupuesto: 30 M U$S
Misión: Concurso internacional por invitación. Segundo premio
Equipo: P. Katz, I. Beccar Varela, M. Beccar Varela, F. Cotone, L. Faustini.
Asesoramiento tecnología de la madera: Sebastián Hernández M. (Stora Enso)
El Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA, considerado una de las mejores escuelas de ingeniería de América Latina) ha decidido construir su nueva sede principal en el Polo de la Innovación, sector urbano de reciente creación dedicado a la educación, la investigación y las nuevas tecnologías. Con este fin ha adquirido tres parcelas y convocado un concurso internacional para la concepción urbana del conjunto y el diseño del primer edificio, contenedor de los principales elementos del programa.
El aspecto fundamental de nuestro proyecto es la propuesta de un edificio con sistema estructural mixto -madera sobre tutor de hormigón armado. Esto, que resulta innovador en el medio argentino, ya es realidad concreta en buena parte del mundo, en donde la crisis energética y medioambiental orienta la construcción hacia sistemas más virtuosos y sostenibles desde hace años.
El nuevo conjunto edilicio será la principal carta de (re)presentación de la institución y constituirá la puerta de entrada del Parque de la Innovación desde la ciudad consolidada. Nuestra propuesta enfatiza esta doble función de representación -institucional y urbana- reforzando el carácter de esta esquina. Por un lado, proponemos que el tratamiento arquitectónico de los tres edificios sea homogéneo de forma a dar mayor extensión a su presencia urbana y fortalecer su identidad. Por otro lado, ubicamos en la parcela de la esquina los elementos programáticos ligados a la representación institucional y pública: rectorado, administración, auditorio, biblioteca, etc.
El programa se organiza de manera esquemática en sección. Los dos niveles del basamento contienen los usos de carácter más público y de aforos más numerosos, intercalados por una serie de espacios abiertos de distintas alturas. El desarrollo del edificio aloja el grueso de las aulas y en el remate -los tres niveles superiores- se alojan la dirección, el rectorado y la administración. Los programas de laboratorios y aparcamiento se ubican en los subsuelos.
Esta distribución esquemática se articula con varias operaciones puntuales que hacen del edificio un cuerpo interconectado de manera orgánica. Así́, el acceso principal desde la avenida se hace atravesando por un puente un patio inglés de triple altura que lleva iluminación y ventilación a los subsuelos. El acceso al vestíbulo del auditorio, el aula magna, la biblioteca y la sucesión de zonas de encuentro se vinculan entre sí por una cuádruple altura que inserta luz natural en el corazón del edificio; coronando este espacio, el edificio se abre a una terraza verde de grandes proporciones. Por último, los tres niveles superiores comparten un espacio parquizado de triple altura que permite disfrutar de los suaves rayos solares de la mañana y de largas vistas hacia el río. Este espacio se ofrece, por otro lado, como emblema y letrero de la institución hacia la ciudad.
En un esquema de híper-flexibilidad la planta tipo está compuesta de un espacio completamente diáfano, libre de pilares, rodeando un núcleo de circulaciones verticales y sanitarios. El sistema mixto madera/ hormigón que proponemos es especialmente apto para lograr este objetivo.
Subsuelos, basamento y núcleo conforman las fundaciones y la espina dorsal de hormigón armado sobre la que se apoya un entramado estructural de madera. El núcleo vertical es una torre compacta de muros armados de hormigón de la que surgen, rodeándola en cada nivel, unos voladizos que corresponden a las circulaciones y a la distribución primaria de las instalaciones.
Este anillo en voladizo sirve de soporte a un sistema de vigas de madera LVL que se apoya en su otro extremo y a lo largo de todas las fachadas en una serie de pilares de madera LVL. Las uniones entre voladizo de HA y vigas de madera, y entre vigas y pilares se hace mediante piezas de acero inoxidable que trabajan por encastre, empotradas en el hormigón y ocultas en la madera con el fin de protegerlas del fuego.
Las vigas salvan importantes luces, pero se disponen a intervalos relativamente cortos. Esto permite reducir la sección de las losas de madera CLT dispuestas sobre ellas (15cm), simplificando y abaratando la construcción (en un sistema de columnas, vigas y losas de madera, es la sección de estas últimas la que condiciona la economía de la obra.)
La envolvente que caracteriza al edificio es una piel de delgadas láminas plegadas y microperforadas de aluminio anodizado que responde a la protección solar de las fachadas vidriadas indispensable en nuestra latitud.
Creemos que la construcción en Buenos Aires de este primer edificio de gran envergadura con estructura de madera podría ser el punto de partida para la renovación de una rama de la industria nacional, la maderera, que lleva un importante retraso a pesar de contar en la basta geografía argentina con todas las condiciones necesarias para convertirse en un motor económico sostenible y un vector de desarrollo social.
El ITBA, gracias a la potencia de sus recursos humanos y a su visión innovadora en tecnología y sostenibilidad, podría convertirse en protagonista legítimo de este desarrollo.