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El proyecto aspira a integrarse armoniosamente en el lugar, respetando su volumetría y fomentando la interacción con el vecindario. Propone un frente urbano para revitalizar la calle y una morfología de manzana abierta, con espacios porosos y vistas sobre las zonas ajardinadas interiores. Organizado en pequeñas unidades residenciales, concilia densidad y convivencia.

Cliente: OSICA – Groupe SNI

Programa: 59 viviendas sociales

Superficie construida: 3 584 m²

Presupuesto: 5,6 M€ + IVA

Concurso: 2015

 

Se presta especial atención a la gestión de los límites entre el espacio público y el privado, así como a la integración del paisaje, preservando los árboles y fomentando la naturaleza en la ciudad. 

Proponemos un tipo de desarrollo que combina la demanda social de viviendas individuales con la ubicación céntrica de la parcela, que exige una cierta densidad. Un conjunto de viviendas intermedias conciliará estos dos objetivos. Organizadas en bloques, las pequeñas unidades residenciales proporcionan una buena escala de vecindad y permiten la permeabilidad visual.

Hemos intentado plasmar en el proyecto los siguientes objetivos:

-Integrarse armoniosamente en el emplazamiento fomentando la interacción entre la nueva urbanización y el barrio circundante, respetando la masa del centro urbano con una progresión gradual de las alturas hacia el corazón de la manzana. 

-Proponer un frente urbano para revalorizar y revitalizar el tramo de la calle Béarn en consonancia con los nuevos edificios.

-Proponer una morfología de manzana abierta trabajando la porosidad de los espacios y crujías entre los edificios para crear transparencia y expansión y ofrecer vistas sobre las zonas ajardinadas del corazón de la manzana.

-Prestar atención al tratamiento de los límites (privados/públicos, accesos, umbrales, etc.), a la gestión de los accesos y a la legibilidad de las entradas. En efecto, uno de los problemas que plantea la gran urbanización vecina es la falta de definición clara entre los ámbitos público y privado, con consecuencias negativas en términos de gestión, mantenimiento y utilización de los espacios. 

– La preservación del mayor número posible de árboles que puedan conservarse, la transparencia visual y la permeabilidad para dejar entrever el jardín interior, la escala de los edificios, la integración de las plantas en el diseño arquitectónico (fachadas y tejados plantados), todos estos factores convergen para crear un diseño que da gran importancia al lugar de la naturaleza en la ciudad.